lunes, 22 de octubre de 2007

Bricofrikada: Disco duro con tapa transparente

Hoy inauguro nuevo apartado del blog. No creo que sea de los más prolíficos (de hecho los demás no lo son tampoco) por motivos de tiempo, imaginación y producción. Se trata ni más ni menos que de mis inventitos, esas "creaciones" realizadas con un poco de maña y con utilidad practica, aunque normalmente sean de toda inutilidad. Algunas ya hay en el mundo, pero empezaré por la más reciente por ser la más complicada, y porque estoy desafiando alguna ley de la física y algunas normas que unos cuantos ingenieros creían inquebrantables. Y eso mola.

Proyecto: disco duro con tapa transparente y luces, y que además funcione.

Concepto: colocar una tapa transparente a un disco duro para poder ver como funciona. Añadirle unas luces para iluminarlo. Realizar el proceso de forma lo suficientemente pulcra como para evitar daños irrecuperables e irreversibles.

Desarrollo: Bien, estoy seguro de que los informáticos se habrán llevado las manos a la cabeza. Como habrán imaginado, el plan es abrir un disco duro que funciona, meterle luces, cambiarle la tapa y esperar que aun funcione. Cualquier informático sabe todo el tema de higiene que conlleva la fabricación de un disco duro, y sabe que abrirlo y pensar que aun funcione es una locura. Bien, aclarado mi estado mental, sigamos.
Lo que necesitaremos es lo siguiente:
-un buen plástico transparente y duro, pero no muy grueso. En este caso un porta retratos de 20x25cm nos servirá como fuente del plástico rápida y barata.
-Cinta aislante o adhesiva. O mejor, cinta de aluminio-butilo, que es como mezclar el papel de plata con la cinta adhesiva y con las propiedades aislantes contrarias de las de la cinta aislante.
-Cable y diodos LED, y si ya van juntos mejor. Como el reciclaje es buena costumbre, saqué un diodo de un antiguo ordenador, y otros dos diodos LED de la pantalla de un móvil, de los que iluminan la pantalla. Más adelante veremos que tienen su historia.
-Por supuesto, un disco duro sacrificable, ya que es el pionero. Un Seagate ST3096A de 89MB de capacidad del año... de la pera, pero que aun funciona. Con MSDOS 6.0 y Windows 3.11, pero funciona.

El presupuesto total del gasto es de 4€, del porta-retratos y el butilo, comprados en una tienda de chinos. Si, hasta butilo venden los chinos.

Además harán falta herramientas varias, como destornilladores de 6 puntas, soldador, sierra, dremel, motor de fusión fría y medicamentos para el parkinson.

Bueno, vamos al tajo.



Lo primero que hay que hacer con el flamante e inmaculado porta-retratos es cortarlo, ya que no hace falta una pieza tan grande para la tapa de un disco duro. Para cortar plástico una sierra para metales va al pelo.
Después de 10 minutos cortando, del porta-retratos de 20x25cm solo aprovecharemos la varilla que une la parte de delante con la de detrás.

Es broma. La varilla la tiramos y nos quedamos con las magnificas laminas de plástico transparente. Bueno, de momento basta con una, o más en concreto, con la mitad de una. Bien, esto era la parte más fácil. Comienza el engorro.

Para poder hacer la tapa transparente, lo primero es saber como hay que cortarla y lo mejor es hacerse una plantilla con la tapa del disco. Lo ideal sería hacerlo sin abrirlo, pero también hay que ver el espacio disponible dentro para poder colocar la iluminación. Así que a abrir, pero no a lo loco. Antes hay que tomar un par de precauciones.




Lo más peligroso para la superficie de los discos es el polvo, y el polvo esta suspendido en el aire, acechando cualquier superficie impoluta para posarse sobre ella. La fabricación de los discos se hace en instalaciones con eficaces filtros de aire y personal que parece sacado de una sala de operaciones. Evidentemente no son unas condiciones a encontrar en una casa normal de un barrio de ciudad, pero algún truco hay que podremos aprovechar.

En primer lugar hay que buscar una habitación de la casa exenta de corrientes de aire, y a ser posible con las superficies libres de polvo o telas, que contienen polvo. Además no ha de entrar nadie de golpe porque la corriente de aire que se formaría al abrir la puerta podría llenar la superficie del disco de polvo. La mejor elección sería el baño, pero servidor prefiere jugársela y abrí el disco en el cuarto de la plancha. No es tan impoluto, pero es igual de tranquilo. Además el baño estaba ocupado. Tanto al entrar como ya dentro, hay que moverse con lentitud y evitando movimientos innecesarios, para reducir la cantidad de partículas que levantemos, y una vez abierto el disco, evitar respirar fuerte y cerca de él.

Después nos ayudaremos de todo lo que atrae a los cuerpos con masa, la gravedad. El polvo tiende a caer, poco a poco, pero cae, así que no tendremos más que abrir el disco con la tapa hacia abajo. No se evita todo el peligro, pero se reduce muy considerablemente.
Antes de quitar el último tornillo, hay que replantearse lo que se esta haciendo. ¡Dios mio, voy a quitar la tapa a un disco duro! ¡Es tan arriesgado como correr por un descampado con un paraguas en mitad de una tormenta eléctrica! ¡Es como ir en bici por la calzada en pleno Madrid! ¡Como decirle al DJ de una partida de rol que se esta equivocando con las reglas! Es como... etc, etc, etc... Si ya tenéis asumida la perdida del disco duro y tenéis estomago para su sacrificio, quitad el último tornillo y levantad la tapa. Cuesta, suele estar al vacío.

Una vez abierto, lo dejamos sobre una superficie limpia y


plana, con la parte abierta hacia abajo y con cuidado, mientras usamos la tapa a modo de plantilla. En mi caso el plástico llevaba otro plastiquito adhesivo para proteger la superficie de rayaduras, lo cual viene perfecto para escribir encima sin preocupaciones, ni manchas.

Antes de cerrar la tapa haremos una foto al disco, siempre este bocabajo y apuntando con la cámara hacia arriba. Esto ayudará a saber como se pueden colocar las luces, aunque la mayoría de discos siguen el mismo patrón: con el disco hacia arriba, la aguja esta a la izquierda quedando un espacio hueco en la derecha.

Después de la foto, se cierra el disco, siempre mirando hacia abajo, se atornilla un poco y listos.

Procedemos ahora a recortar la lamina de plástico con la forma de la tapa. Yo he usado un dremel, aunque cualquier herramienta que lo pueda cortar sin que el plástico se fragmente ni se astille también es válida. Después viene el interesante paso de preparar las luces para iluminar el interior del disco y quede muy fashion, aparte de no tener que estar con una linterna para enseñarlo a las visitas.

Como ya he dicho antes, yo aprovecharé los diodos LED que iluminan la pantalla de un móvil como focos para iluminar la aguja.

En mi caso, un viejo Siemens C60 como el de la foto, aunque tengo más móviles viejos. Dichos LED suelen encontrarse en la parte de arriba o de abajo de la pantalla, y son unos cuadraditos blancos que muchas veces se encuentran soldados a una tira de plástico repleta de tiras de cobre. Como ya habréis imaginado, hay que desmontar el móvil por completo, y para ello os hará falta destornilladores de estrella de seis puntas, ya que casi todos los móviles usan tornillos de ese tipo (excepto Sharp, que son más chulos y sus tornillos son de estrella de cinco puntas). Una vez con los LED en vuestra posesión, tirad el resto del móvil en algún punto de reciclaje.

Os había prometido que habría historia con los LED. Bien, allá va.

Atención, lo que viene ahora es información técnica. Si no te importa ni un bledo que los LED te estallen en la mano, saltate los próximos párrafos.

Si los LED reciben más corriente de la que toca, se calientan mucho, e incluso explotan (casos extremos como conectarlo a un scalextric) y eso acorta su tiempo de vida. Para evitarlo hay que conectarlos con una resistencia que adapte la corriente del circuito a la que necesita el LED. Así que a buscar información por la wikipedia sobre LEDs. Encontré un poco de información sobre los voltajes de funcionamiento de cada tipo de diodo y la formula que indica la resistencia correspondiente, pero la tabla de voltajes para cada tipo de diodo no me acababa de convencer así que me fui de nuevo a la wiki, pero en ingles. Allí había más información, entre la cual encontré un detalle interesante: aunque los LED de los móviles parezcan blancos, en realidad son diodos azules con un filtrito amarillo. Por lo que NO hay que seguir el voltaje de diodos blancos de la tabla, si no el de diodos azules.
Con ese punto ya bien claro, procedo a soldar una resistencia de 100Ω que me sobraba al plástico en cuestión. Si si, al plástico. Al ver que los diodos estaban soldados, me arriesgue a soldar yo también y el plástico aguanta sin problemas el calor de la soldadura. Así que solo tuve que cortar con cuidado el cobre del polo negativo de los diodos y soldar los dos polos positivos de cada LED que estaban al descubierto con la resistencia. Después raspé un poco el plástico situado en el cobre del polo negativo de los diodos para poder soldar el cable blanco, como se ve en la foto. Para saber cuales son los polos podéis darles corriente con una pila (¡no más de 6V!) o simplemente buscad el cable común a todos los diodos y ese será el polo negativo.

No se aprecia el tamaño en la foto, pero todo eso es un trabajo de chinos...

Al ir colocando los LEDs en la tapa me di cuenta de que por la posición de los cables no cabrían en el hueco, así que había que cambiar la posición de estos. Como el cable se puede doblar, sin problemas, pero la resistencia tuve que resoldarla. Podría haberlo dejado mejor, pero así ya estaba bien. En la foto ya estoy enganchando los diodos a la tapa con butilo. La tira grande es a modo de reflector para aprovechar mejor la luz.

Antes de seguir, compruebo que las luces aun funcionan.

Termino de enganchar las luces con el butilo.

Ahora coloco otro diodo LED, de color amarillo. Este simplemente se encenderá cuando el disco duro esté trabajando, aprovechando un conector que el disco tiene puesto. Pequeña lección de historia de la informática: los ordenadores antiguos tenían las luces que indicaban que el disco estaba trabajando directamente conectados al disco duro, y no a la placa base como están ahora. Después hago dos agujeros para pasar sendos cables al otro lado de la tapa, para seguir trabajando desde ahí.

Hago otra comprobación de luces y... ¡Ups! Solo se enciende una. Una inspección y compruebo que una de las tiras de cobre se ha roto con tanto meneo (en realidad se llaman pistas y no tiras, que ningún electrónico me linche). No queda más remedio que arreglarlo soldando otro cable. Creo que ya he llegado al límite de lo que se puede soldar en la tira de plástico. Como puede verse en la foto, los diodos hacen su trabajo la mar de bien.

Seguidamente voy a colocar la tapa en el disco y... ¡Demonios! ¡No cierra! Los mecanismos del interior sobresalen más de lo que tenía previsto y no me queda más remedio que ganar un poco de altura pegando unos trozos de plástico a la tapa con cianoacrilato (también conocido como Superglue). Es una solución cutre, si, pero el domingo se acaba y quiero tenerlo todo listo lo más rápido que pueda. En la foto se aprecia la primera versión de los trozos, ya que aun tuve que rebanarlos un poco un par de veces más.

Finalmente, consigo colocar la tapa. Este es su aspecto.

Vista desde otro ángulo. Nótese el hueco que queda entre la tapa y el resto del chasis del disco. No lo terminé de cerrar porque podría volver a fallar otro diodo... y porque con la emoción de tener el momento cerca me apresuraba a terminarlo como fuese.

Después me puse a conectar los cables de alimentación. El plan era soldarlos directamente al propio conector de alimentación del disco. ¡Ojo! Es una operación delicada y os podéis cargar el disco si lo intentáis sin la debida práctica. Un cortocircuito o una soldadura desastrosa pueden romper el controlador del disco y echar por tierra todo el trabajo. Tampoco hay que confundirse de conectores y soldar los diodos a la entrada de 12V en vez de la de 5V, porque los diodos explotaran, y de verdad, y adiós disco. En fin me pongo y... ¡me faltan 2mm de cable! No queda más que hacer un cutre empalme y hacer la soldadura. Para el LED que indica el funcionamiento de la unidad, el conector ya estaba dispuesto, así que no tuve más que conectarlo.

Llega el momento de la verdad. ¡Diox mio, que emoción! Pero no hay que perder la calma, aun hay que tomar una precaución más. Lo mejor es colocar el disco en una posición vertical antes de encenderlo por primera vez. Así, cualquier partícula que pueda estar en la superficie del disco saldrá volando y caerá a un lado, reduciendo las posibilidades de dañar la superficie.




Desastre. Los discos se desprenden y salen volando, rompiendo la pantalla del monitor uno de ellos.

Molaría este final, ¿eh? Pues no, resulta que... ¡Esta vivo! ¡VIVO! Mi pequeño Frankenstein funciona y aguanta sin problemas una lectura y escritura completa de sus datos, incluso una desfragmentación bajo Windows XP. Y todo ello sin haber cerrado el hueco que se había quedado abierto. Un éxito que desafía muchas reglas escritas y al sentido común. Incluso a mi sentido común.

Una vista más en detalle del disco funcionando.

Finalizadas todas las comprobaciones, ya solo queda sellar los huecos con butilo, dándole un toque futurista y "cool" al trucado disco antediluviano.


Evidentemente estas fotografías no serian prueba suficiente para los escépticos. Por ese motivo grabé un vídeo mostrando como el disco, él solo, arranca un ordenador y ejecuta el anteriormente mencionado MSDOS 6.0, Windows 3.11 y MS Word mientras su cabezal lector se vuelve loco de un lado a otro de la superficie del disco. Si fascina ver como funciona un disco duro tan viejo, un disco actual debe ser indescriptible (desde el punto de vista de un friki tecnológico).


 

Se puede descargar el video en mayor resolución en este enlace.He de decir que antes de grabar tuve problemas. El disco duro no llegaba a arrancar. Al sellarlo con el butilo, este debió cortocircuitar algún elemento y provocaba un mal funcionamiento. Por suerte, con retirarlo un poco fue suficiente y pude grabar la demostración sin más problemas.
En fin, he aquí mi bricofrikada. No es la primera, y desde luego no será la última. Espero que hayáis disfrutado con la descripción del logro tanto como yo de hacerlo posible.

Hablando de logros, al acabar la construcción me puse a buscar discos duros con tapas transparentes y
solo hay uno comercializado. Parece que llegar hasta ahí costó una buena inversión de dinero y a un buen puñado de ingenieros trabajando en ello.

A mí me costó 4€ y un domingo.

Claro que el mio no tiene garantía.

Anotaciones:
Si alguien quiere intentar por su cuenta esta bricofrikada, adelante, pero lo primero de todo tiene que estar tan loco como yo y no importarle lo que le pase al disco duro que, recuerdo, ha de seguir en funcionamiento para que el invento tenga gracia.

Ya de por si el riesgo de abrirlo y romperlo es grande. Hay que ir con cuidado y como se desajuste algún mecanismo, tendremos un pisapapeles ciberpunk. No solo peligra por el tema del polvo, tambien podemos pasarle electricidad estática, corromper clusters por la acción de la luz, incluso por la luz de los diodos LED, borrar la BIOS del controlador del disco... sin olvidar de que al cambiar la tapa metálica por una de plástico, bye bye a la jaula de Faraday de la carcasa.

Remarco todos estos detalles del peligro para que nadie empiece a quejarse de que se ha cargado su disco duro intentando hacer lo mismo. La suerte y la construcción más robusta del viejo disco me habrán ayudado a tener la posibilidad entre un millón. Esto significa que las siguientes 999.999 veces el disco pasará a mejor vida.

Por eso no me hago responsable de cualquier fallecimiento producido durante una operación similar. Y si además se pierden datos muy importantes, es que además eres tonto, papanatas (Tuco Martín dixit).

6 comentarios:

Unknown dijo...

Muy interesante, un gran trabajo, disfrute leyendote, tal vez me atreva yo tambien a hacer un invento parecido.

Sukun dijo...

buenas. he abierto un nuevo blog: "brikofrikadas" y quiería pedirte permiso para incluir el post de disco duro con tapa transparente. xD esta interesante la cosa.

Sin ningun tipo de compromiso. Un saludo!

El Maestro de los Clips dijo...

no tengo problema, siempre que sea un pequeño resumen, enlaces tanto al artículo como al blog y solo pongas un par de imagenes, en la linea de lo que hacen en http://www.nopuedocreer.com/

Anónimo dijo...

Juasjuasjuas

Tengo un amigo al que le ha encantado la idea...XD

Por cierto, cuando he visto el movil me he partido el culo de risa, es que es pastado a el mio!!!

La verdad es que está muy curioso.

Un saludo Sempai!

vidal valverde dijo...

hola nose si leas este comentario
perolo que me paso ees que tengo un disco sata y por error le quite la tapa
cuandi lo devolvi ya no me arrancaba
y quisiera recuperar la informacion
y a la hora de inio mi pc no reconocia ninguna unidad
espero su ayada tengo informacion valiosa ahi

El Maestro de los Clips dijo...

Buenas. Tranquilo que si que lo leo ;)
Los discos duros son delicados como habras podido ver. A pesar de que mi brico funcionó bien, a día de hoy el disco duro esta muerto y no funciona. Así que abrir la tapa de un disco duro es romperlo antes o despues.
No te puedo dar mucha ayuda técnica, tan solo decirte que lo tapes si no lo tienes tapado y no lo intentes arrancar más, para evitar que la suciedad que haya entrado no siga dañandolo al ponerlo en marcha.
Si son datos muy valiosos te aconsejo que te pongas en manos de una empresa especializada en recuperación de datos. Nunca he tenido que acudir a ninguna (toco madera) pero tienen bastante éxito con la recuperación. Por supuesto, hay que pagar, y ahí ya entra tus posibilidades económicas y como de importantes son esos datos. Piensa, por ejemplo, si son trabajos que te llevaron dias hacer o fotos de viajes que no podras repetir.
Lamento no poder ayudarte más. Espero que tengas suerte y puedas recuperar todos tus datos.
¡Gracias por pasarte por mi página! :)